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23 septiembre 2006

White Willow - Ignis Fatuus (1995, The Laser's Edge)




Ya mis connotados amigos del prog. Aquí les dejo una Banda Noruega de exquisito gusto, una voz femina que por momentos nos recuerda a Curved Air o Renaissance, pero que Sara Trondeal acá nos da una lección de voz melódica. Es una banda que no conocía y recién la estoy escuchando y quiero compartirla con ustedes. Una agrupación que ha sabido hacer su trabajo sin preocuparse de lo mediático y ha logrado ya ser reconocida por su aporte musical.

A continuación un comentario "prestado" de manticornio:

Ya con cuatro álbumes en el mercado: "Ignis Fatuus" (1995), "Ex Tenebris" (1998), "Sacrament" (2000) y "Storm Season" (2004), WHITE WILLOW ha sabido ganarse un lugar entre los gustos por el prog sinfónico, gracias a su técnica y melancólica manera de hacer su música, donde elementos de folclor escandinavo y despliegues tipo metal gótico parecen predominar. A pesar de sus constantes cambios en su alineación, WHITE WILLOW (antes THE ORCHID GARDEN) ha sabido sacar ventaja de los cambios en su personal. El grupo ha confesado que una alineación poco estable es su debilidad, sin embargo se han ido ganando la reputación de ser un grupo dominante en el surgimiento del progresivo sinfónico escandinavo. Y aunque por su álbum debutante fueron criticados como una banda retro progresiva, las ideas musicales que han traído nuevos miembros han logrado hacer que el grupo evolucione hacia sonidos más originales y representativos, enfatizando sobre todo la parte vocal y melódica.

Track listing:

1. Snowfall (6:30)
2. Lord Of Night (7:13)
3. Song (2:03)
4. Ingenting (3:14)
5. The Withering Of The Boughts (7:16)
6. Lines On An Autumnal Evening (4:52)
7. Now In These Fairy Lands (5:28)
8. Piletreet (1:47)
9. Till He Arrives (3:30)
10. Cryptomenysis (11:37)
11. Signs (2:04)
12. John Dee's Lament (11:00)

Total Time: 66:34

Line-up - Jan Tariq Rahman / keyboards, recorders, crumhorn, kantele, sitar, bass pedals, bass, vocals, devices - Tirill Mohn / violins, classical guitar - Audun Kjus / flutes, whistles, pipes, bodhran, vocals - Sara Trondeal / vocals - Eldrid Johansen / vocals - Jacob C. Holm-Lupo / guitars - Alexander Engebretsen / bass - The Drummer / drums and percussion


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The 3 Ages of Magick





Llegué a este album por el maestro Howe, buscando sus trabajos en solitario y en cooperación con otros músicos.
Y encontré The 3 Ages of Magick, un disco "sorpresa" para mí. Primero, porque debo reconocer mi ignorancia del legado Wakeman, claro uno a veces piensa que entrar en la vida íntima de los personajes de la música progresiva es como invadir terrenos personales y no encuentras lo que buscas en relación a una conección con algún material musical, pero lamento no haberme adentrado más en Rick Wakeman y encontrar que su heredero Oliver ya llevaba una carrera como importante tecladista, esto independiente del gran peso que ha significado para él me imagino, la herencia de su padre, maestro de maestros.
Oliver WAKEMAN tal vez sea más conocido por sus proyectos conceptuales bajo la concepción NOLAN & WAKEMAN. La unión de dos grandes talentos en los teclados: Clive NOLAN quien viene de una larga tradición neo progresiva (PENDRAGON, ARENA, CASINO, SHADOWLAND)pero también es nombrado por crecer a la sombra del legendario Rick, su padre.

Una reseña de Oliver Wakeman:

Hijo de Rick WAKEMAN, uno de los mejores tecladistas del género, Oliver no niega su procedencia, siendo uno de los virtuosos del momento. Quizá se le conozca más por sus trabajos "opera rock" al lado de Clive NOLAN, sin embargo como solista ha demostrado que heredó lo mejor de su padre y poco a poco ha ido perfeccionando una técnica propia para sobresalir y brillar con luz propia, lejos de la sombra de su apellido.
Hasta el año 2005 ha trabajado en distintos conceptos de música para acompañar poemas y de relajación, participado al lado de NOLAN en dos proyectos (actualmente trabajando en el tercero) y grabado cuatro discos como solista: "Heaven’s Isle", "The 3 Ages of Magick" (con Steve HOWE en las guitarras), "Purification by Sound" y "Mother's Ruin".
Un músico que de seguir el camino iniciado, compartirá la fama con los grandes detrás de los teclados.

Como solista, Oliver ha grabado dos discos que si bien buscan definirse aparte de la pesada responsabilidad que hereda en su apellido, también reúnen lo más característico de lo que ha hecho su padre: su primer disco más enfocado al new age y el segundo, con el legendario estilo en los teclados pero con la grandiosidad de la técnica actual

El Álbum:

Para hacer este álbum, Oliver escribe que durante muchos años le han fascinado las historias de mitos y leyendas (uno de sus discos favoritos debe ser el "Myths & Legends of King Arthur" de su papá), tanto como lo inexplicable. “Enfoque en los misterios que no tienen explicación”, dice, y según describe, el nacimiento de esta idea llegó en 1997, justo después de haber terminado su primer álbum, "Heaven's Isle". Y para grabar esta segunda producción, contó con el apoyo del señor Steve HOWE, quien además de hacerse cargo de las guitarras, ayudó con la producción. Los otros músicos involucrados en este proyecto de gramática medieval, fueron Dave WAGSTAFFE (batería y percusiones), Tim BUCHANAN (bajos), Tony DIXON (uilleann pipes, flautas y silbatos) y Jo GREENLAND (violín).
"The 3 Ages of Magick" es un álbum que si no sabes que es de Oliver, podrías suponer que es una recopilación de Rick. En el álbum se derivan diferentes líneas clásicas de tratamientos incisivos en los teclados, escuela WAKEMAN, qué más. Es un disco de buena dimensión, que se escucha agradable, que tiene fuerza donde debe de tenerla y calma en la mayor parte de él.

Track Listing:

Ages Of Magick (5:48)
Mind Over Matter (4:02)
The Forgotten King (3:02)
The Storyteller (3:42)
The Whales Last Dance (4:30)
Time Between Times (5:03)
Flight Of The Condor (4:48)
Lurey And The Mermaid (3:02)
Standing Stones (4:31)
The Enchanter (6:04)
The Healer (4:18)
Through The Eyes Of A Child (2:13)
Ny Breasail (8:38)

Musicians:
Oliver Wakeman - keyboards, pianos, Hammond organ
Steve Howe - electric and acoustic guitars, steel guitar
Dave Wagstaffe - drums, percussion
Tim Buchanan - bass
Tony Dixon - uilleann pipes, whistles, fluteJo Greenland - violin

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16 septiembre 2006

John Entwistle




Un mito y ahora una leyenda.
"The Ox" dejó este mundo en junio del 2002, pero legó una música y un estilo de intrepretar el bajo que lo hará inmortal.
Considerado como un tipo reservado, así además se le veía en el escenario, descargaba toda su pasión en las cuatro cuerdas y así llamó la atención de fans y expertos que llegaron a considerarlo como uno de los bajistas más rápidos de digitación en los 70's.
Hablar de su música obviamente es hablar de la banda inglesa The Who, de la cual formó parte desde sus inicios hasta su muerte.
Pero este versátil músico, no dejó de lado su inquietud musical y así nos legó varias composiciones tanto con los Who como con proyectos paralelos.

A continuación un extracto de Wikipedia
:



John Alec Entwistle (9 de octubre, 1944 - 27 de junio, 2002) fue el bajista de The Who. Suele ser considerado uno de los más importantes de la historia del rock.

Nació en Chiswick, un suburbio de Londres, en 1944. Se unió a Roger Daltrey en una banda previa a The Who, The Detours, en los inicios de los años 60.

Algunas veces conocido como "The Ox" ("El Buey"), generalmente fue visto como la persona más tranquila de la banda.

Además de ser uno de los mejores y más famosos bajistas de la historia de la música rock, John Entwistle era un talentoso compositor. Escribió canciones como "Cousin Kevin", "My Wife", "Boris The Spider" y "Heaven And Hell". Estas canciones, además de sus trabajos solistas, mostraban un oscuro sentido del humor que no solía ser compatible con las composiciones de Pete Townshend, que solían ser más introspectivas. Aunque solía aportar sus composiciones en los álbumes de The Who, fue el primer miembro de la banda en editar un álbum solista (Smash Your Head Against The Wall, de 1971).

Entwistle también sabía tocar el corno francés y la trompeta, por lo que ocasionalmente aportaba partes de los mismos en canciones de The Who (en especial en el álbum Quadrophenia), y ocasionalmente aportaba su voz, no solo para cantar sus canciones sino para los coros.

Su estilo único permitió demostrar el potencial del bajo como instrumento principal (como en "My Generation"). Townshend lo consideraba el guitarrista principal del grupo.

Sus influencias incluyen a Duane Eddy y Gene Vincent, y a bajistas de soul y R&B como James Jamerson (otro bajista pionero), al igual que sus lecciones de corno francés, piano y trompeta. Entwistle suele ser aparecer en los primeros puestos de las listas de "Mejores bajistas" de diversas revistas especializadas; en el año 2000, los lectores de la revista Guitar lo declararon "Bassist of the Millennium" ("Bajista del Milenio").

Además de su trabajo con The Who, Entwistle era un destacado solista, realizando cierto número de álbumes en los años 70. Hacia el final de su carrera, formó The John Entwistle Band con su amigo de toda la vida, el baterista Steve Luongo. Godfrey Townsend (sin "h" y no relacionado a Pete) era el guitarrista y cantante principal del mismo. En 1996, la banda salió de con Alan St. Jon en teclados (la gira se llamó "Left for Dead"). Tras la gira "Quadrophenia", de The Who, la banda de Entwistle salió de gira nuevamente en 1998 (esta gira se llamó "Left for Dead - the Sequel"), con Gordon Cotten en teclados. Luego de la misma, la banda editó un álbum en vivo con los mejores momentos de las giras, llamado Left for Live.

En el año 2001 toco en el show "A Walk Down Abbey Road" (tributo a los Beatles), organizado por Alan Parsons y con la participiación de Ann Wilson de Heart, Todd Rundgren, y David Pack de Ambrosia, además de Godfrey Townsend en guitarra, Steve Luongo en batería, y John Beck en teclados. A fines del 2002 se editó una edición expandida (y doble) de Left for Live (llamada Left For Live Deluxe), con más performances de The John Entwistle Band.

Murió en Las Vegas en el 2002, en las vísperas del primer show de una gira de The Who por los Estados Unidos por un supuesto ataque al corazón. Los médicos determinaron que el ataque cardíaco podría haber sido causado por una cierta cantidad de cocaína: la droga podría haber causado que sus arterias coronarias se contrajeran. Entwistle, al igual que Townshend, luchó contra una adicción a la cocaína por gran parte de su vida. Fue reemplazado en The Who por Pino Palladino.




John Entwistle Band-Horror Rock







El Disco:
Smash Your Head Against The Wall



Track Listing

My Size
Pick Me Up (Big Chicken)
What Are We Doing Here?
What Kind Of People Are They?
Heaven And Hell
Ted End
You’re Mine
No. 29 (Eternal Youth)
I Believe In Everything


Bonus Tracks

Cinnamon Girl (Previously released out-take)


Credits:
Neil Innes (Percussion), Keith Moon (Percussion), Viv Stanshall (Percussion), Roy Baker (Engineer), Cyrano (Guitar (Acoustic)), Cyrano (Guitar), Cyrano (Guitar (Electric)), John Entwistle (Bass), John Entwistle (Trombone), John Entwistle (Trumpet), John Entwistle (Flugelhorn), John Entwistle (Guitar (Bass)), John Entwistle (Keyboards), John Entwistle (Vocals), John Entwistle (Producer), John Entwistle (Main Performer), Dave Layston (Guitar), Jerry Shirley (Drums), Bobby Pridden (Remastering), Janet Atkins (Design), Jud Cost (Liner Notes), Bob Irwin (Producer), Bob Irwin (Mastering), Graham Hughes (Design), Graham Hughes (Photography), Chris Welch (Liner Notes)


Enlace y pass en comentarios.

11 septiembre 2006

Ian Anderson Plays The Orchestral Jethro Tull




Personalmente nunca me conecté con el líder de la afamada banda inglesa Jethro Tull, a pesar de sus visitas como solista a nuestro país.
Pero llegó a mis manos el trabajo que a continuación les presento, y quedé encantado con el resultado.
El álbum se llama:
Ian Anderson Plays The Orchestral Jethro Tull


Algo del músico:



Ian Scott Anderson (nacido el 10 de agosto de 1947 en Dunfermline, Fife) es un cantante, compositor, flautista y guitarrista escocés, conocido por ser el líder de la banda de rock Jethro Tull
Como flautista, Anderson es autodidacto y su estilo fue inspirado por el también flautista Roland Kirk. Sobresalen sus solos en "My God" (Aqualung), Bursting Out y "Bouree" (Living in the Past). Además de la flauta, toca otros instrumentos (ha empleado, por ejemplo, el bajo en el álbum Stormwatch, de Jethro Tull). La lista de instrumentos que ha tocado con su banda es amplia: incluye flauta, guitarras acústicas y eléctricas, bajo, saxofón, órgano Hammond, batería, teclados, trombón, gaita escocesa, gran variedad de silbatos (flautines) y violín.
Como compositor, Anderson se caracteriza por sus (frecuentemente cínicas) canciones sobre Dios, el cristianismo, la Navidad y el solsticio de invierno, especialmente en los álbumes de su banda, Jethro Tull, Aqualung y The Jethro Tull Christmas Album.
Anderson es dueño de 43 granjas de salmones y de una isla, aunque vendió la mayor parte de sus intereses a fines de los años 1990. Como anécdota, Anderson nunca realizó la prueba de conducción para obtener su licencia.
Ha sobrevivido a una trombosis venosa profunda tras un vuelo de avión en precarias condiciones de espacio y ha hecho propaganda para que se tome conciencia sobre este tipo de trombosis, acaecidas por la excesiva explotación comercial de las líneas aéreas.

Un pequeño review del disco:



En el 2004, el líder de este último grupo, Ian Anderson, decidió presentarse en Alemania arreglando los temas más conocidos del repertorio de la banda adaptados para el acompañamiento de una orquesta.

En “Plays the orchestral Jethro Tull” , Anderson (voz, flauta traversa y guitarra acústica) repasa canciones como “Aqualung”, “Locomotive breath” y “Mother goose” junto a la Filarmónica de Frankfurt y además realiza lecturas de piezas de Johann Sebastian Bach y villancicos navideños. Un disco (también disponible en dvd) que principalmente emocionará a los más apasionados del género, aunque también es un buen comienzo para quienes quieran indagar en el rock progresivo a través de uno de sus más conocidos exponentes.



Un video de recuerdo en los inicios de Jethro Tull, dónde ya Anderson mostraba toda su característica performance con la flauta traversa.
Dato del video.
Lo edité del DVD de Circus de los Rolling. Original de 1968, pero re-editado en 1996


Jethro Tull




Links en los comentarios.

08 septiembre 2006

Steve Howe - Beginnings 1975




Para grabar su primer álbum solista, Steve HOWE (guitarras, bajo, voz, mandolina, arpicordio, moog, órgano, dobro, banjo, lavadero) se apoya en sus amigos Alan WHITE (batería en 1, 2, 4, 6), Graeme TAYLOR (guitarra en 3), Malcolm BENNETT (bajo en 3, flauta en 8), David OBERLE (batería en 3), Colin GIBSON (bajo en 4), Patrick MORAZ (piano en 4, gran piano y melotrón en 6), Bud BEADLE (barítono, saxofón alto en 4), Mick EVE (saxofón tenor en 4), algunos miembros de la Philomusica en 5, Chris LAURENCE (cuerdas dobles en 8) y de Bill BRUFORD (batería y percusiones en 9). Los miembro de la Philomusica que participaron en el tema 5 'Beginnings', un tema a la música de cámara, fueron Patrick HALLING en un violín, William REID en otro violín, John MEEK en la viola, Peter HALLING en el chelo, Chris LAURENCE en el bajo, James GREGORY en flauta y pícolo, Sidney SUTCLIFFE en el oboe y Gwyd BROOKE en el bassoon.

Son 39'51" que se pasan ligeros, a gusto, iniciando en un 'Doors of sleep' en el que se distinguen esencias de su anterior grupo, sobre todo por el soporte sólido en los ritmos y el juego vocal; aquí hay que mencionar que si bien se escucha una voz de HOWE como una pieza importante para los coros utilizados en YES, como solista es bastante peculiar. No es que sea muy desentonado, pero se nota que su fuerte es el instrumento y no la voz.
Para cuando llega 'Australia' uno ya se acostumbró a ese timbre peculiar y eso nos permite deleitarnos con un inicio suave que se balancea por el sentir romántico de Steve, y poco a poco se va adentrando en una escuela musical ya aprehendida desde "Fragile".
La música que hace Steve para este disco es de muchísima calidad. En este disco uno se puede dar cuenta de la precisión que tiene HOWE en los dedos y de la formación clásica que empapa de armonías bien pensadas, como en el homónimo 'Beginnings'. Pero sólo el tema central se escribe a la música de concierto; el resto de las composiciones con las que armó éste, su primer proyecto como solista y, desde mi muy personal punto de vista el mejor instrumentado de su carrera independiente, delata también su gusto por el ritmo folk o de campo y por los ritmos más amables, más audibles, podríamos decir.

Para conocer más de este guitarrista visita mi post anterior
acá


Encuentra el link en los comentarios.

03 septiembre 2006

Adrian Belew




Desde fines de los años sesenta del siglo XX la guitarra eléctrica se considera el instrumento básico del rock. Su sonido revolucionó parámetros y estableció un universo de comunicación visual y auditivo que se mantiene vigente. Su desarrollo ha estado determinado por músicos de gran reconocimiento popular, pero también por estrategas de alto relieve creativo que no cuentan con idéntico respaldo publicitario, más allá de cierta crítica especializada. El nombre de Adrian Belew quizás no le suene a quienes creen que todo el rock se reduce a los extremos: estadios abarrotados y ventas millonarias, o una imprecisa filosofía de lo subterráneo. Habría que aclarar que, desde Jimi Hendrix, no abundan guitarristas que hayan explotado el instrumento de la manera en que lo ha hecho este oriundo de Kentucky (diciembre de 1949). Hablo de un creador con más de 25 años de trayectoria artística, que sorprende por su capacidad para enrolarse en proyectos de apariencias diferentes. No hace distinciones a priori entre los tipos de músicas, sino que establece vasos comunicantes entre el pop comercial y el rock experimental, entre la acústica y la electrónica, entre el empleo normado de la guitarra y su reverso.


Su primer trabajo de relevancia lo hizo formando parte de la banda de Frank Zappa para el álbum Sheik yerbouti (1979), y acto seguido fue convocado, en rápida sucesión, por David Bowie y Talking Heads: lo más parecido a una entrada por la puerta ancha en los ámbitos musicales de ese período. Si Zappa lo acercó al minucioso rigor interpretativo, con el cantante inglés conoció los secretos de un pop que ensayaba fórmulas de reanimación, mientras la tropa de David Byrne enriqueció su lado lúdico y visceral. De todos modos, el gran salto vino en 1982 al integrar King Crimson, colectivo con el que ha permanecido en sus múltiples reformaciones desde entonces.


Sin desmeritar sus aportes a otros contextos, la labor de Belew en King Crimson reviste singular importancia. Suyo es ese refrescante toque melódico que contrasta con las opresivas atmósferas instrumentales de la banda, a la vez que inyecta dosis de humor en una música que parece regodearse en la claustrofobia. Con el líder Robert Fripp comparte las guitarras, y marca un estilo desarrollado hasta sus más radicales consecuencias en una discografía en constante regeneración. Se trata de guitarristas con personalidades diferentes, donde a Belew le toca subrayar, tal vez, el carácter menos férreo de la música. Tapices sonoros diseñados sobre patrones repetitivos, figuras melódicas complejas y una exhuberancia armónica, que aún reserva espacios para las intervenciones individuales, representan las claves principales en este binomio que se complementa a la perfección. Cada una de las permutaciones del colectivo (incluyendo los temporales ProjeKcts) ha derivado hacia terrenos nuevos, incentivando una búsqueda que toma la complejidad (musical, estética) por bandera. King Crimson es la plataforma donde Belew pone a punto algunas de sus ideas, sobre todo aquellas que exigen interpretar música con crecientes niveles de dificultad. Alternar con instrumentistas como Bill Bruford, Tony Levin, Pat Mastelotto y Trey Gunn le permite medirse en situaciones extremas, en las que, no obstante, sobresale ese rasgo melódico en piezas (“One time”, “Matte Kudasai”) donde su mano se torna notable.

Como autor de canciones tiene una deuda enorme con el mejor pop de los sesenta y en particular con los Beatles. “Walking on air”, “Everything” y “Big blue sun” muestran la decidida influencia que el cuarteto de Liverpool ha ejercido en su obra. Afirma que aprendió tomando como punto de partida ese legado en casi todos los aspectos de la creación musical, desde el proceso de composición hasta la manera de producir los discos. Como nota curiosa hay que apuntar que en su discografía personal aparecen versiones a temas de Beatles, además de estrenar en un concierto de King Crimson la pieza “Free as a bird” justo el día antes de que la famosa Antología de los Beatles saliera al mercado, usando como referente la versión original de Lennon cantando al piano, sin el texto añadido posteriormente por McCartney.

Si tuviera que señalar sus principales atributos como creador, citaría sus combinaciones de humor y rigor, la facilidad para abordar los materiales más extremos, la permanente búsqueda instrumental, su interés por involucrarse en aventuras de apariencia imposible como incentivo para la imaginación, su voz tan peculiar, y ese rejuego textual que conduce del sinsentido zoofílico presente en “Elephant talk”, a su tributo a las víctimas del 11 de septiembre en la canción “Asleep”, la crítica social de “The war in the Gulf between us”, o cuestionamientos de índole personal en “Dinosaur”. Su guitarra es frenética, apasionada, mutante, indisciplinada, sorpresiva, provocadora y dulce: todo a la vez. Le modifica la afinación, emplea distorsionadores, la conjuga con loops, la procesa con múltiples recursos, y también la utiliza en plan acústico, en esa desnudez que es sinónimo de belleza. Le extrae sonidos inauditos, evocadores de la naturaleza, sin renunciar a una vertiente “industrial”, inquietante y metálica (no precisamente Heavy). Conjuga esta fascinación con la curiosidad hacia otros instrumentos como el cello, el piano, los sintetizadores, la mandolina y el bajo eléctrico, aunque quizás sea la batería la que le ha permitido desdoblarse y sacar a flote su más temprana vocación. Haciendo duelos con Bruford, o como soporte rítmico en el ProjeKct Two, transmite una energía basada en ritmos macizos de acentos alocados, frenesí percutivo para improvisaciones de fuerte raíz rock.

Bajo su nombre ha publicado casi una veintena de discos, comenzando con Lone rhino (1982). Entre los más recomendables, aunque muy diferentes unos de otros en la mayoría de las ocasiones, mencionaría a Twang bar king (1983), Mr. Music Head (1989), el imprescindible Inner revolution (1992), Op zop too wah (que en 1996 marcó un primer esfuerzo de responsabilidad totalmente individual), The acoustic Adrian Belew (1993) y su continuación Belewprints (1998), y Side One (2005), a trío con el bajista Les Claypool (Primus) y el baterista Danny Carey (Tool). Sin embargo, una obra como Guitar as orchestra (1995) merece una explicación adicional. Grabada en su estudio casero, nos enfrenta a la pasmosa reproducción, desde la guitarra (como su título lo indica) de la sonoridad propia de una orquesta sinfónica, para un resultado que remite a partituras de la llamada “música contemporánea”. Hay piezas surgidas a partir de improvisaciones, otras llevaron modificaciones posteriores: todas destacan las posibilidades del sistema MIDI, mediante el cual escuchamos sonidos de cuerdas, maderas, metales, piano y hasta percusiones, interpretados con una guitarra eléctrica a través de la tecnología digital.

Con un amplio currículo como instrumentista y productor, se le asocia de preferencia con el rock progresivo y las músicas experimentales, pero participa también en sesiones para figuras alejadas de tales códigos como Cyndi Lauper, Tori Amos y Mariah Carey. Su nombre aparece en los créditos de discos de Joe Cocker, Jars Of Clay, Santa Sabina, Herbie Hancock, Jean Michel Jarre, Nine Inch Nails, Caifanes, Mike Oldfield, Paul Simon, Porcupine Tree y Laurie Anderson. Participa además en homenajes discográficos a Beatles, Badfingers, Hank Marvin y Nilsson, al tiempo que reconoce tener habilidad para producir materiales diferentes, y sentirse seguro por igual en las densas atmósferas crimsonianas y en las tonadas accesibles, en experimentos donde prima lo abstracto y en tendencias como el jungle, el rock sicodélico y el pop electrónico. Su aproximación a los sonidos reviste una actitud casi cinematográfica (grabó en la banda sonora de Gremlins junto a Peter Gabriel) y ha manifestado su deseo de trabajar algún día con realizadores como Quentin Tarantino y Tim Burton.

La música para Adrian Belew es una equilibrada proporción de esfuerzo y diversión, disciplina y ese algo que se llama “hacer las cosas por amor al arte”, pues su vocación tiende a conducirlo por derroteros nada remunerables. Le gusta forzar situaciones hasta alcanzar cierto límite, tras lo cual cambia de dirección: la música lo guía, y rara vez se extravía en atajos sin salida. Mantiene una extraña relación con la tecnología, usándola con profusión, pero apartándose de ella a cada rato. Del proceso creativo le interesa la inmediatez. No se estanca en un método, y su recurso central es probar todo lo que pasa por su cabeza. Vive y respira por y para la música. Como solista, en King Crimson, o en sus constantes colaboraciones paralelas, Belew hace lo que se espera de un creador comprometido: poner lo mejor de su credo y su talento, cual antídoto de supervivencia en tiempos inciertos para las músicas populares.


Los discos:



The Acoustic (1995)